CARTA DE DESPEDIDA A LOS COLEGIADOS DEL DECANO JOSÉ Mª CID MONREAL Marzo082022

CARTA DE DESPEDIDA A LOS COLEGIADOS DEL DECANO JOSÉ Mª CID MONREAL

Queridos compañeros y queridas compañeras:

 

Afronto, como bien sabéis, mis últimos días al frente del Decanato del Colegio, ya en calidad de Decano en funciones, toda vez que he agotado los dos años de mandato, limitación que yo mismo propuse introducir con ocasión de la modificación de los Estatutos colegiales, y no quiero dejar el cargo sin remitiros un mensaje de despedida.

 

He tenido el gran honor de representar a la abogacía riojana en los últimos 12 años, inicialmente como Decano en funciones y los últimos 9 años por haberme brindado vuestra inestimable confianza en sendos procesos electorales, por lo que os estoy sinceramente agradecido.

 

Dos han sido los intereses fundamentales que he perseguido en los años de mandato decanal: la defensa de los intereses de la profesión y, no reñido con lo anterior, en colaborar con los distintos integrantes de la Administración de Justicia, en aras del mejor funcionamiento de la misma, pues ello en definitiva redunda en interés de la ciudadanía en general y del justiciable en particular.

 

Quiero centrarme, sobre todo, en mi mensaje de despedida en la defensa de los intereses de la profesión, que puede enfocarse desde una doble perspectiva: de un lado en procurar desde el Colegio que los compañeros puedan ejercer la profesión con los mejores medios y en las mejores condiciones, labor que normalmente no planeta problemas e incluso permite cierto lucimiento; pero también, y desde otra perspectiva, dicha defensa debe apreciarse en la reivindicación del correcto ejercicio profesional.  Tenemos la gran fortuna de desarrollar una profesión altamente honorable, centrada en la defensa de los derechos de los ciudadanos, a la que la Constitución se refiere en varias ocasiones a lo largo de su articulado, lo que no sucede con ninguna otra. Esta cara de la moneda tiene su cruz, y es que su honorabilidad requiere una defensa exquisita de su correcto ejercicio mediante unas normas deontológicas que nos hemos impuesto y que corresponde al Colegio velar por su cumplimiento. Es, de lejos, la labor más ingrata de los compañeros que ostentamos cargos en la junta de gobierno: tener que sancionar a un compañero por incumplimiento de las normas deontológicas. Labor ingrata, pero labor necesaria para la propia existencia de la profesión.

 

En estos años como Decano los compañeros y compañeras de la junta hemos tenido que afrontar diversas cuestiones que han afectado directamente a nuestro ejercicio profesional: la introducción de las tasas judiciales; las comunicaciones profesionales a través de la plataforma lex net -en las que por cierto nuestro Colegio fue experiencia piloto-; la sanción impuesta por la CNMC a propósito de los baremos colegiales a efectos de jura de cuentas y tasación de costas -cuestión pendiente de resolver por el TS-; y, como no, los efectos que la pandemia Covid-19 ha tenido sobre nuestras vidas y sobre nuestro quehacer profesional. Ninguno de estos retos ha sido soslayado por nuestro Colegio, que ha intentado dar la oportuna respuesta, en la medida de sus modestas posibilidades, a cada uno de ellos.

 

Recientemente ha tenido lugar el proceso electoral en el que os habéis manifestado respecto de la nueva composición parcial de la junta de gobierno, que incluye quien deba sucederme en el cargo en los próximos años. La celebración de un proceso electoral en la que existen diversas candidaturas siempre debe ser bienvenida, pues supone la puesta en común de diferentes opciones y sensibilidades atinentes a la vida colegial.

 

A la vista del resultado obtenido quiero felicitar muy sinceramente a Federico Bravo, en quien habéis depositado la confianza, y a quien conozco perfectamente por haber formado parte de mi junta de gobierno estos últimos años y por ello tengo la completa convicción de dejar el cargo en las mejores manos. Mucha suerte a ti Fede y al resto de compañeros de la junta y los mayores aciertos en el desempeño de vuestros cargos.

 

Finalmente quiero agradecer expresamente la dedicación con la que el personal del Colegio ha atendido las responsabilidades colegiales en los últimos años. Con las cuotas colegiales congeladas durante todo el tiempo que he sido Decano, el Colegio en estos momentos, presta muchos más servicios que hace 12 años, y ello es posible fundamentalmente por la dedicación y profesionalidad de todo el personal de la casa, sin los cuales, el trabajo de los integrantes de la junta de gobierno, carecería de sentido.

 

Por último, quiero expresar también mi agradecimiento a todos los compañeros y compañeras que durante este tiempo han formado parte de las distintas juntas de gobierno que he presidido. Gracias por vuestra colaboración y por vuestra paciencia.

 

No quiero extenderme más en esta despedida, espero que me recordéis por mis aciertos y sepáis disculpar mis errores, que a buen seguro también habrán existido. En adelante nos volveremos a encontrar en las dependencias judiciales como un compañero más -lo que he sido por otra parte estos últimos años- estando a vuestra disposición para cualquier aspecto profesional en el que os pueda ser de ayuda.

 

Os deseo lo mejor a todos en lo personal y en lo profesional.

 

José Mª Cid Monreal

 

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